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Relatos de viajes y sus peculiaridades

20 mayo, 2007

CHOLILA : ingreso al Parque Nacional Los Alerces, CASCADA ÑIVINCO Cholila es una población rodeada por altas montañas y frondosos bosques cuyos primeros pobladores fueron los tehuelches, araucanos y mapuches. Éstos, que habitaron la región hace un milenio le pusieron este nombre indígena que en español significa Valle Hermoso y realmente es tan hermoso su paisaje y su tierra tan fértil con pastos abundantes que comenzaron a llegar los colonos galeses, los pastores chilenos, los inmigrantes libaneses y también algunos aventureros quienes construyeron en el año 1900 las primeras casas. Uno de sus primeros habitantes, Ventura Solís fue el guía y baqueano de las primeras expediciones para fijar los límites con Chile que por entonces realizaba el Perito Francisco Pascasio Moreno. En 1904 se funda la primera escuela y la primera institución policial dando así carácter de pueblo a lo que hasta ese momento era un pequeño caserío. Pasado ya el furor de los buscadores de oro, Cholila es actualmente un pueblo ganadero y tranquilo oculto entre montañas que pareciera vigilado por el cerro Tres Picos. Señala el encuentro de los valle Blanco, Cajón, Rincón y Rivadavia interrumpidos por magníficos lagos, que como el Rivadavia, el Pellegrini, el Cholila y el Lezama forman parte del Corredor de los Lagos Andinos y que se encuentran dentro del Parque Nacional Los Alerces. Pero Cholila encierra una historia digna de contarse. Comencemos por el principio que no se origina en nuestro país. Por el en año 1900 en Nueva York embarcan en el vapor Sóldia Price con destino a Buenos aires Butch Cassidy, Sundance Kid y una mujer de belleza deslumbrante Etta Place. Los dos primeros eran famosos pistoleros y vaqueros muy admirados por el pueblo, quien con sus secuaces de la Pandilla Salvaje cometieron audaces asaltos lo que motivó ser perseguidos sin tregua por la agencia de detectives Pinkerton. Por esta razón debieron separarse y fue así como en 1901 llegan al puerto de Buenos Aires y parten hacia el sur deambulando por la región hasta su llegada a Cholila que con su paisaje de adustos cardales y vientos que levantan oleadas de arena le recuerdan su Utah natal. Se instalan comprando hasta seis mil hectáreas. Construyen un rancho al estilo del oeste y se dedican a la compra y venta de ganado. Pero como es de esperar los incansables detectives de la agencia Pinkerton los localizan obligándolos a huir hacia San Luis luego a Chile y finalmente a Bolivia donde se dice que Butch se suicidó y que Sundance fue herido, la verdad del destino del trío no se conoce pero si se conoce la leyenda y los recuerdos que quedaron en Cholila , unas pocas casas de madera casi derruidas que pueden ser visitadas y que por un proyecto de conservación van a restaurarse y a convertirse en museo para que recordemos la época donde el lejano oeste estuvo unido con nuestra Patagonia. Dejamos Cholila con su historia y su belleza inalterable y eterna para descansar y prepararnos para al día siguiente visitar la Cascada Ñivinco. Descansados y preparados para el disfrute, bien temprano a la mañana partimos hacia la cascada. Andamos por la ruta de los Siete Lagos hacia San Martín de los Andes. Con un camino consolidado que bordea bosques y lagos, nos encontramos con el Correntoso y su entorno de coihues, un poco más adelante cruzamos el puente sobre el río Ruca Malen y siguiendo la ruta se encuentra la Hostería de los Siete Lagos atendida por la familia Quintupuray, mapuches que llegaron al lugar antes de que las tierras se convirtieran en Parque Nacional. Este establecimiento es un buen lugar para tomar café y comer pan con dulces caseros o hacer un picnic a orillas del Correntoso. A partir de acá es donde de debemos poner atención para no pasarnos del simple poste pintado de amarillo en su parte superior que indica la entrada al lugar de la cascada. Estacionamos el coche y comenzamos la caminata. La primera sorpresa es que nos encontramos con un arroyo que debemos cruzar sacándonos el calzado y arremangándonos los pantalones. Si bien es angosto el agua que arrastra es bien fría por lo que se recomienda cruzarlo lo más rápido posible. Luego del cruce, a la izquierda encontramos la senda a seguir .Acá comenzamos a disfrutar del paisaje porque caminaremos por un laberinto de caña colihue que forman una pared fresca, por un grupo de ñires y una vegetación espectacular, este lugar es el refugio de zorzales, chucaos y rayaditos, también si tenemos suerte podemos llegar a ver a los pájaros carpinteros haciendo su trabajo en el tronco de algún árbol , los de cabeza colorada son los machos y los de cabeza blanca las hembras. Durante toda la caminata nos acompaña el ruido de la cascada que a medida que nos acercamos se acrecienta hasta que de repente entre el medio de follaje aparece el primer salto que nos deslumbra con su belleza observando a la distancia los otros tres inmersos en una variedad de verdes que realmente nos sorprenden más de lo esperado y comprobamos que hacen honor a su nombre indígena que significa “susurro de agua”. Nos sentamos para tomar impulso para la caminata de la vuelta, disfrutar del entorno y sentirnos parte de él. Deshacemos el camino para regresar con los ojos llenos de este paisaje tan propio de nuestra hermosa Patagonia