SAN CARLOS DE BARILOCHE En el año 1902 recibe el nombre de San Carlos de Bariloche el asentamiento que se había formado alrededor del almacén de ramos generales instalado por Carlos Wiederhold Su nombre se origina en un homenaje a ese primer poblador llamado Carlos y por la deformación del término Vuriloche, nombre que recibían los indígenas que habitaban la región antes de la llegada de los Mapuches. En el año 1912 se produce el arribo del primer avión y en el año 1913 gracias la visita del presidente norteamericano Theodore Roosvelt se terminó de construir el primer camino para autos. Así fue como comenzaron a llegar los primeros pioneros. Con el arribo del ferrocarril en el año 1934 y la iniciación de los deportes invernales como actividad recreativa vecinal, San Carlos de Bariloche se fue convirtiendo en lo que es hoy la ciudad número uno de nuestra Patagonia. La primera competencia de esquí tuvo lugar en el Cerro Otto y participaron una docena de deportistas. Esa noche hubo baile en el hotel Suizo y se eligió la Reina de la Nieve. En 1936 gracias a la idea de Ezequiel Bustillo y con las direcciones de los arquitectos Bustillo y De Estrada se realizan importantes obras que delinean la vocación turística de la ciudad. El Centro Cívico se inauguró el 17 de marzo de 1940. Está construido con madera de ciprés, alerce y piedra toda extraída del cerro Carbón y fue declarado Monumento Nacional en 1987. Alrededor de la plaza que enfrenta al Centro Cívico llamada Expedicionarios al Desierto se ubican los edificios donde funcionan la Policía, la Sala de Exposiciones, la Secretaría Municipal de Turismo, Municipalidad y la Biblioteca Sarmiento. En la torre que se ubica sobre el edificio de la Municipalidad se encuentra un enorme reloj que al dar las 12 y las 6 de la tarde muestra cuatro figuras representativas de la historia del lugar: el indio, el misionero, el conquistador y el labrador. Las figuras están talladas en madera y fueron confeccionadas por Señor Casals. El indígena que aparece en primer lugar representa el original habitante de estas tierras. Luego el jesuita, cuya primera misión funda el padre Nicolás Mascardi. A continuación el soldado simbolizando la Campaña al Desierto, que incorpora esta zona a nuestro territorio y finalmente aparece la figura del labrador representando a los primeros pobladores, provenientes en su gran mayoría de países de Europa central, quienes desempeñaron actividades relacionadas con la madera, la agricultura y la ganadería. El Museo de la Patagonia Francisco P Moreno funciona en el ala este del Centro Cívico, fue inaugurado en 1940 y lleva el nombre de quien recorrió y exploró los Andes y ríos patagónicos y quien donara al poder ejecutivo las tierras que se transformaron en el primer Parque Nacional de nuestro país: el Parque Nacional Nahuel Huapi. Este parque se constituye en el año 1934,por su valor ecológico y paisajístico protege una extensa área ya que abarca 705.000 hectáreas.. En San Carlos de Bariloche el turismo tiene según la época del año distintas características. En invierno es visitada por los esquiadores, en mayo y junio arriban los egresados, justamente vienen en esa época porque en junio se festeja la Fiesta de la Nieve que es la mayor fiesta rionegrina y con la que se da comienzo a la temporada de esquí, comienza con un mega show en el centro de la ciudad, fuegos artificiales y bajada de antorchas en la montaña, desfiles, mucha música y la mejor gastronomía del lugar. Los pescadores con sus cañas y anzuelos llegan en noviembre, el turismo de Semana Santa que invade las fábricas de chocolate y las familias que quieren aprovechar los largos y cálidos días del verano que permiten paseos con un maravilloso disfrute paisajístico.

Paseos:

Circuito Chico es un recorrido donde siempre está presente la belleza del paisaje. Al recorrer la margen sur del lago Nahuel Huapi, nos encontraremos con dos miradores naturales: Bahía López y el Punto Panorámico, sitios donde lo impactante del entorno que observamos hace que comprobemos lo pequeño que somos ante una naturaleza tan exuberante. En este paseo podremos ver el tradicional Hotel Llao –Llao, Puerto Pañuelo, el más importante del lago Nahuel Huapi, la Capilla San Eduardo en cuyo interior hay una obra de arte del famoso pintor argentino Raúl Soldi. También podemos parar en el Cerro Campanario, tomar la aerosilla y saborear un exquisito te en alguna de las confiterías que encontraremos en su cima. Mirador Atalaya ubicado entre los brazos Tristeza Blest y Campanario, sobre la avenida Bustillo. Desde este lugar podrás observar la inmensidad del lago con la isla Victoria, sobre el fondo estará la Península de Quatrihué con su bosque de arrayanes, distintos islotes y ambos lados verás los cerros López, Capilla y Millaqueo. Desde este mirador se hace un mini-trekking de 15 minutos por el morro del mirador Atalaya , donde conocerás sobre las aves y flores autóctonas. Museo del Montañés que se encuentra en el Cerro Viejo nos muestra la historia de los pioneros del esquí y del andinismo de la región. Funciona en un antiquísimo galpón de madera que fue una de las primeras fábricas de esquíes de Bariloche. Muy interesante es visitar el Cerro Los Leones en cuyas cavernas, habitadas durante más de 8.000 años por los primeros habitantes de la región, podremos descubrir el enigma de las pinturas rupestres que dejaron esos primitivos habitantes. En el Cerro Otto se encuentran el complejo invernal Piedras Blancas, las pistas del centro de esquí nórdico, el Refugio Berghoff y el Museo Otto Melling. En su cima a la que podemos llegar después de una caminata por el bosque, que en invierno estará con nieve, especial para el uso de trineos, y en primavera y verano con un manto de flores, nos encontraremos con la única confitería giratoria del país y la Galería de Arte donde se expones las réplicas de El David, La Piedad y El Moisés. Podemos navegar por el Lago Mascardi, visitar el Tronador y su glaciar conocido como Ventisquero Negro que da origen al Río Manso y la Cascada Los Alerces. Nos alejamos unos 130 kilómetros hacia el sur y llegamos a El Bolsón llamada así por su ubicación geográfica, pues se encuentra solo a 300metros sobre el nivel del mar. Está rodeada por el río Quemquemtreu de un lado y por el cerro Piltriquitrón al otro, es la población más austral de la provincia de Río Negro, en el límite con la provincia de Chubuth. Tiene un micro clima especial para la producción de frutas finas y lúpulo que sumado a las tradicionales artesanías como elaboración de dulces, trabajos en cuero, madera y tejidos aumenta su atractivo turístico. Los días martes, jueves y sábado se visita la Feria donde venden las artesanías por ellos confeccionadas además de probar las exquisitas comidas y tomar la famosa cerveza. Desde este lugar se puede visitar la estación de El Maitén, lugar de partida de La Trochita, un antiguo tren a vapor convertido en reliquia turística. En invierno se practica esquí en el centro invernal del cerro Piltriquitrón y el verano es ideal la pesca de truchas que abundan en sus ríos y lagos. Algo muy novedoso es hacer buceo en La Isla de las Gallinas donde se creó un novedoso museo subacuático con figuras entalladas en troncos de más de tres metros de altura, También por las transparencias de las aguas es posible realizar inmersiones entre bosques sumergidos y grandes paredes de rocas calcáreas. Se parte de Bariloche hacia los sitios de buceo que tienen su época de esplendor de noviembre a abril. El Histórico Tren a Vapor sale de la estación de ferrocarril de la ciudad. Bordeamos el lago Nahuel Huapi hasta cruzar el puente que atraviesa el río Ñirihuau donde se detiene para que los pasajeros tomen fotos de un paisaje de estepa, fantástico y único. Continúa su viaje hasta la estación Ñirihuau desde donde se admira la vista hacia la cordillera distinguiendo el cerro Catedral, el Tronador y el Capilla además de otras bellezas naturales. El largo tronar de la máquina dice que se reanuda el paseo dirigiéndose a la estación Perito Moreno donde se realizan actividades como la caminata a la laguna Los Juncos y la visita a las antiguas construcciones del ferrocarril. Luego de degustar un riquísimo asado criollo se emprende el regreso hacia Bariloche. Los paseos complementan la estadía en esta ciudad pero si se quiere disfrutar del descanso y el silencio Bariloche es el lugar perfecto, lo tiene todo y rodeado de un majestuoso paisaje que descansa nuestra vista y permite decirle “chau” al stress.